UNA INVESTIGADORA DE LA UNNOBA UBTUVO UN SUBSIDIO PARA FINANCIAR UN PROYECTO DE CIENCIAS BIOMEDICAS

Carolina Cristina.
Carolina Cristina.
27/5/10- La bioquímica Carolina Cristina obtuvo un subsidio de la Fundación Florencio Fiorini y la Academia Nacional de Medicina para investigación en ciencias biomédicas. Este incentivo le permitirá a la investigadora de la UNNOBA continuar con su trabajo de desarrollo de terapias alternativas para el posible tratamiento de los tumores hipofisarios.
Cristina ya había ganado otro subsidio para sus proyectos, y este nuevo logro significa el estímulo para un trabajo gestado hace varios años. El subsidio de la Fundación Florencio Fiorini y la Academia Nacional de Medicina se suman, por tanto, al incentivo que ya contaba cuando consiguió el subsidio para jóvenes investigadores otorgado por la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia y Tecnología.
Para las autoridades de la Secretaría de Investigación, Desarrollo y Transferencia de la UNNOBA, además de “ser un ejemplo”, el logro de este nuevo subsidio se traduce en un estímulo para los demás investigadores y jerarquiza el despliegue de acciones y de fomento que la Universidad hace a la investigación científica y tecnológica.
La investigación
La formación de tumores de la glándula hipófisis es el tema por el que Carolina Cristina se interesó hace ocho años y desde entonces trabaja para averiguar las causas que los provocan, así como para estudiar si es posible tratarlos con terapias alternativas.
La investigadora lleva adelante su proyecto en la UNNOBA y en colaboración con el laboratorio de Regulación Hipofisaria del IBYME-CONICET (Instituto de Biología y Medicina Experimental) donde, bajo la dirección de la doctora Damasia Becú, realizó su tesis doctoral.
Su trabajo en los tumores de hipófisis es sobre factores de crecimiento y factores angiogénicos, que son los que producen el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para que la masa tumoral crezca.
La hipófisis está ubicada debajo del cerebro en una fosa ósea que se llama “silla turca”. Si crece demasiado el tumor puede comprimir estructuras cerebrales circundantes y romper el hueso.
Si bien los tumores de hipófisis suelen ser benignos y de crecimiento lento, causan considerable morbilidad y mortalidad debido a su localización intracraneana y su secreción hormonal exacerbada.
Dentro de los adenomas hipofisarios, los prolactinomas son los más frecuentes. Se originan en las células que producen prolactina (llamadas lactotropos), objeto de estudio de la investigadora Cristina.
Los prolactinomas son tratados en forma eficiente con agentes farmacológicos: los agonistas dopaminérgicos, pero alrededor de un 15 por ciento son resistentes y requieren cirugía.
La operación para extirparlos se realiza vía transesfenoidal o transcraneal, según el tamaño del tumor, y su éxito depende en parte de la experiencia del neurocirujano.
“Queremos demostrar que la angiogénesis es importante para el desarrollo de los tumores hipofisiarios. Entonces si la bloqueáramos con drogas antiangiogénicas lograríamos que ese tumor no tenga oxígeno, nutrientes ni factores de crecimiento y deje de crecer”, apuntó la investigadora.
Durante su tesis, lo que hizo fue usar un modelo experimental de prolactinoma en ratones que no tienen receptor de dopamina, que es la que inhibe la secreción de prolactina y la proliferación de lactotropos.
“En este modelo no se había hecho ningún estudio de angiogénesis y nosotros fuimos los primeros en demostrar la sobreexpresión del factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) en los tumores. Establecimos además una relación entre el sistema dopaminérgico y el VEGF en hipófisis. Como estos ratones no tienen receptores de dopamina son un buen modelo de prolactinoma resistente a dopaminérgicos”, sostuvo.
La investigadora dijo que una vez que adquirió experiencia sobre la angiogénesis y los factores de crecimiento que actúan en los tumores experimentales comenzó a estudiar los tumores humanos. Para eso se contactó con neurocirujanos y elaboró un plan de trabajo aprobado por los comités de bioética correspondientes.
El neurorcirujano le da pequeñas muestras de tejido tumoral que sirven para hacer las mediciones de los factores angiogénicos. Durante la operación, además puede ver en una pantalla cómo el tumor presiona a la hipófisis normal y la retrae. “Como los tumores son tan diversos, tan diferentes entre sí, se necesita un gran número de muestras que a veces resulta difícil conseguir y retrasa los experimentos”, afirmó.
Cristina puntualizó que lo que realiza es investigación básica (es decir ciencia básica, no investigación aplicada) y que se traduce en un aporte para la ciencia y para el conocimiento, lo cual cree que es fundamental porque los descubrimientos en ciencia básica son los que podrán tener su aplicación en un futuro.
Carolina Cristina participa en la construcción y equipamiento de nuevos laboratorios de investigación en la UNNOBA. Mientras tanto, con ratones que aporta el Instituto Maiztegui apuesta a generar otros modelos de prolactinomas para continuar su trabajo en angiogénesis y células madre tumorales.
La doctora Carolina Cristina es bioquímica, profesora adjunta de la materia Química Biológica en la UNNOBA e investigadora asociada de la Fundación IBYME-CONICET.

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