Publicación Pedida

Desde la Juventud del GEN comenzamos a realizar talleres de debate sobre diferentes cuestiones sociales. En la primera tratamos el tema discriminación. Queríamos transmitir lo que nos dejó el debate e invitar a todos a sumarse a charlar.
5/12/13- La discriminación es un acto de una persona o un grupo de personas al creerse (por una representación social) superior a otros y así, maltratarlos física y/o mentalmente causando efectos negativos en los demás. En su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar otras entidades. Por ejemplo, podemos discriminar entre otros criterios, por edad, color de piel, nivel de estudios, nivel social, conocimientos, riqueza, orientación sexual, etc. Generando así una distinción o exclusión social, una segregación que atenta contra la igualdad. También se considera discriminación a la restricción de algún derecho a una persona o grupo de personas.

Entendemos que el concepto de discriminación no es algo propio de una sociedad ni de una época concreta ni de un grupo específico de personas, considerado como un fenómeno universal que no hace distinciones de ningún tipo, todos discriminamos. Es una construcción cultural de las sociedades, basada en creencias que tratan sobre los grupos que en esta se desarrollan. Destacando lo característico o diferencial de un grupo (considerado malo, inmoral, ilegal por esta representación social) Porque solo lo diferente puede ser objeto de una concepción estereotipada y por lo tanto no hay estereotipos sin un grupo social de referencia (el bueno, el ideal, el moral, el verdadero según esta construcción). Se establece la concepción de un “ellos” (malos) frente a un “nosotros” (buenos). El modo de abordar la relación entre estereotipo y prejuicio depende del concepto de actitud que se adopte.
Los estereotipos, que se relacionan con lo cognitivo, según la autora Carmen Huici son el conjunto de creencias acerca de los atributos asignados al grupo, son la expresión y racionalización de un prejuicio, estos suponen una forma de economía y la simplificación en la percepción de la realidad, por lo tanto, son construcciones y generalizaciones que conforman tipos de grupos a los que se le atribuyen una serie de características inherentes a la propia cultura del grupo. Un estereotipo es la percepción exagerada y con pocos detalles que se tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades, y que buscan «justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a determinada categoría social
Por otro lado los prejuicios, operan en un nivel relacionado con lo afectivo, definiéndose como «el afecto o la evaluación negativa del grupo”, actitudes, creencias y opiniones preconcebidas, impuestas por el medio social y cultural, y que se aplican de forma general a todas las personas pertenecientes a una categoría.
Por último la discriminación se relaciona directamente con lo conductual, sería «la conducta de falta de igualdad en el tratamiento otorgado a las personas en virtud de su pertenencia al grupo o categoría en cuestión».
La autora quiere decir que simplificamos y generalizamos la realidad, es decir que cuando vemos a una persona, la catalogamos dentro de un grupo por una característica en particular un estigma de ese grupo (simplificamos). Luego generalizamos que tiene el resto de las características de ese grupo, exagerándolas.
Erving Goffman define estigma como el proceso en el cual la reacción de los demás estropea la «identidad normal». Reconoce tres formas de estigma: La experiencia de una enfermedad mental (o la imposición de este diagnóstico); una forma de deformidad o una diferenciación no deseada y la asociación a una determinada raza, creencia o religión (o ausencia de ésta). La percepción o atribución de lo correcto e incorrecto y criminalizable trae consigo un fuerte estigma social. También el hecho de vivir en un entorno con índices de criminalidad elevados es percibido por la sociedad como fuera de la norma, según el autor. Podemos también relacionar otro término, el estigma social, que es una desaprobación social severa de características o creencias personales que son percibidas como contrarias a las normas culturales establecidas.

Para intentar romper estos conceptos si queremos evolucionar como sociedad y evitar sufrimiento y divisiones irracionales debemos solo juzgar a los demás por como son como personas, de acuerdo a sus acciones, poniéndonos en el lugar del otro. Pero jamás prejuzgando por ningún motivo y mucho menos generalizando. Como expresó nuestra compañera Ana Cuello, “el dinero y los lujos no nos hacen mejores persona, sino la sinceridad y ser humildes de corazón.” La discriminación genera desigualdad de oportunidades en la sociedad, condiciona a mucha gente, pero no los determina para nada en su paso por la vida.

Juventud GEN / FAP Chacabuco.

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