NUESTRA HISTORIA DESHILACHADA

(Respuesta al Concejal Radical Mario Dicundo)

Prensa Joaquín De Anchorena.
Prensa Joaquín De Anchorena.
13/6/11- Tomamos la palabra, esta vez, los Jóvenes que pertenecemos a Justicia X Joaquín (agrupación creada a fin de brindarle nuestro apoyo a Joaquín De Anchorena) para tratar de echar luz a los dichos confusos y oscuros del concejal radical Mario Dicundo en la nota realizada en el “Diario de Hoy”, en la que da cuenta del por qué de la ausencia del bloque radical en el plenario desarrollado el jueves 9 de junio, en donde (pasado más de un año) los concejales aceptaron respetar el derecho constitucional a descargo por parte de Joaquín De Anchorena. Cuando Dicundo dice (de manera orgullosa e ingenua de quien no se anoticia de la ridiculez de su argumento) que “No nos vamos a sentar en la mesa con alguien que no consideramos grato por no haberse retirado en el momento oportuno”, ésta es a nuestro parecer una actitud antidemocrática y agravada más aun si se trata de una persona que no está acusada de nada, habla de una imposibilidad de escucha frente a alguien que tiene derecho a réplica, una imposibilidad de tolerancia ¡y tal vez más grave aún, revela una actitud infantiloide, no digna de funcionarios, de dirigentes, ni de adultos!.

Imaginemos, si no pueden enfrentar esta situación, si no se pueden sentar en una “mesa de diálogo” para escuchar a una persona que reconocen que “no ha tenido injerencia en delitos de lesa humanidad”, de ser gobierno entonces no podrían ponerle el pecho a ninguna situación, como si HOY en día no hubiese problemas graves, de delincuencia, etc. ¿nos preguntamos qué harían frente a algunas de estas problemáticas actuales? Suponemos que saldrían corriendo de manera horrorizada.
Además, continua oscureciendo en la medida que aclara “Como bloque tomamos la decisión política de no concurrir…” ¿acá hay decisión? ¿hay un acto político? En realidad denota un no saber cómo afrontar esta situación, denota un acto cobarde, una conducción fallida. Demás está decir que aquí tampoco nos escucharon a nosotros como agrupación, como una parte representativa de los vecinos de Chacabuco; parece ser que la manera de respuesta recurrente de este bloque es la negación y el ausentarse ante una problemática.
Hasta nosotros hemos tenido la tolerancia de leer las declaraciones del concejal Dicundo, cuando se nos ha presentado una trabajo mental muy importante debido a la incoherencia de su exposición; ha sido difícil seguir el hilo de su razonamiento, si uno tiene en consideración la historia completa, la responsabilidad y participación que tuvo el radicalismo en la última Dictadura Militar y trata de articular esto con el hecho de que se crean en posición de designar a una persona como “no grata”; no nos queda en claro los rangos de prioridades que utilizan, cuales son los valores en juego que les posibilita no asumir aquí responsabilidades e implicancias.
Luego dice “Seguimos insistiendo en que no estamos tratando ninguna cuestión judicial sino que estamos haciendo una declaración política de una situación que ocurrió en los peores años de nuestra Argentina”. ¿Esta frase no denota el intento de justificar una designación que no tiene sustento, que es inconsistente, que se desvanece?. Continuando -nosotros- con la misma lógica le solicitamos al señor Dicundo que realice desde el partido una autocritica, “una declaración política” del accionar durante “los perores años de nuestra Argentina”.
Más tarde, el concejal de la UCR expone “conociendo lo que estaba pasando en esos años, como mínimo tendría que haberse apartado de ese batallón (…) no podemos avalar la participación de ningún civil o militar”. Nosotros repudiamos el accionar por esos años del partido radical, la participación que tuvo al poner a cientos de funcionarios, vemos en ello una gran responsabilidad que tratan ahora de ocultar acusando a una persona sin revisar su propia historia ¿incoherente, no?.
En relación a la posible retracción de la polémica declaración Dicundo añade que “sería un error (…) Insisto en que no podemos ni tenemos que hacer juicios de valor sobre cuestiones judiciales, eso lo está haciendo la justicia. En ningún momento le dijimos al señor De Anchorena que está involucrado en delitos de lesa humanidad, nosotros lo declaramos Persona No Grata por haber sido parte de un batallón…”. ¿Y esto no es un juicio de valor? ¿sabrá Dicundo lo que es un valor? Cualquier persona en su sano juicio y con “valores” no se atrevería a realizar acusaciones sin antes asumir sus propias implicancias, es de poco serio no hacerlo. Asimismo, el saber de su momento no es el mismo saber de hoy, a la luz de la información que ahora sí tenemos; salvo que también quieran asumir que el radicalismo gozaba de plena conciencia acerca de TODO lo que pasaba.
Aquí, le hemos contestado a un partido en particular, porque son estos concejales quienes no han llegado a una reflexión respecto al tema de la designación de Joaquín y que además realizaron una argumentación insostenible, demostraron que no poseen capacidad de escucha, de revisión y de autocritica. Asimismo, sabemos que esta incapacidad por parte de los concejales, no es compartida por todos los radicales, hay otros que nos han hecho saber que no piensan así y nos han manifestado su apoyo. No estamos en contra de ideologías, sino de intereses personales, egoístas, de personas particulares que demuestran con gran empeño no ser aptos para conducir y construir.
Nosotros creemos que estas verdades relativas, estas hilachas del recuerdo ya no resisten la coherencia; la nuestra es una historia deshilachada, desarticulada, un conjunto de historias que nunca se encuentra, imposibilitando así la construcción del tejido social, contribuyendo a la división y a la inercia política. Desde este lugar no parece haber posibilidades para la construcción; es preciso realizar un análisis, una autocrítica, una evaluación desde los partidos políticos situando errores y aciertos, para así tomar una nueva posición y abordar desde allí el futuro. Observamos que existe una idea muy desacertada y desestimada con respecto a estas revisiones e implicancias políticas, sin darse cuenta que la asunción de esta posición sería una actitud más honesta y con vista a un porvenir.

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