Nota de Opinión de Leopoldo Moreau

NADA PARA FESTEJAR PERO MUCHO PARA CAMBIAR

Leopoldo Moreau.
Leopoldo Moreau.
28/6/12- La decisión de la Justicia Electoral de suspender las elecciones internas en el partido no es una noticia que haya alegrado a nadie y, mucho menos, a miles de militantes que venían trabajando fuertemente y con muchas ilusiones en elegir democráticamente a las autoridades del partido. Pero, a la vez, la resolución judicial mantiene firme la esperanza de que no existe impunidad para hacer cualquier cosa, trampear y manipular sin que nadie haga nada. Nos estaban llevando a un escenario que sólo podía terminar mal. Lo veníamos advirtiendo: cambiaron a último momento los padrones, montaron comicios paralelos, cambiaban arbitrariamente lugares de votación.

Ahora, la discusión es quién o quiénes son responsables de esta nueva frustración. El oficialismo partidario pretende instalar – con la ayuda de algunos medios- teorías insólitas. Quieren hacer creer que la responsabilidad es nuestra porque no aceptamos mansamente los padrones que «aparecieron» sorpresivamente a último momento con 93 mil personas que incluían, además de fallecidos, dobles afiliados con el PJ (unos 34 mil) y con partidos municipales (otros 21 mil) que, en su momento, el sector que lidera Gustavo Posse armó para que fueran como colectoras del Frente para la Victoria. Con un discurso tragicómico, pero que revela que no tienen límites, pretenden instalar que la decisión del Juez estuvo influida por «el gobierno», dejando de lado que el juez Manuel Blanco fue el primer Juez Federal con competencia electoral de la democracia, designado por el gobierno de Raúl Alfonsín y que, desde entonces hasta aquí, siempre monitoreó los procesos electorales internos del partido fallando muchas veces en favor de unos o en contra de otros.

Pero, lejos de cualquier consideración, hay algo que es contundente: hicieron otra vez las cosas mal y, sencillamente, los pescaron. Trataron de manipular la elección y eso trajo aparejada esta suspensión, que nos duele a todos, pero que pone las cosas en su lugar. Ellos conducen el partido, ellos tienen el control absoluto de la Junta Electoral, ellos tenían la responsabilidad de hacer las cosas bien. Nosotros no pedimos la suspensión del comicio; nosotros pedimos la depuración de un padrón que es un mamarracho, pero, como se hicieron los «pícaros» y recién le entregaron al Juzgado el padrón a las 8 y 15 de la mañana de ayer, cuando el juez comprobó las irregularidades ya no había tiempo de corregirlas y, por esa razón, viene la suspensión. Se quisieron pasar de vivos y la «avivada» (al parecer un modo de conducción impuesto por este oficialismo) le costó al partido un papelón. Esta conducción tiene un triple récord: es la primera vez que se lleva al radicalismo a una elección –la última– con dos candidatos presidenciales, Ricardo Alfonsín y Alberto Rodríguez Saa; es la primera vez en la historia del radicalismo bonaerense que se provoca, deliberadamente, la ruptura de los bloques legislativos del partido y es la primera vez que, por intentar manipular un comicio, la Justicia le suspende una elección interna a la Unión Cívica Radical. ¿La responsabilidad de estos tristes récords siempre es de los otros?

Un abrazo militante a todos. Iremos a la elección ahora con la tranquilidad de estar votando con padrones de afiliados al partido. Reclamamos que sea designada una Junta Electoral de dirigentes imparciales que conduzca el nuevo comicio con transparencia e independencia.

Lo dicho: nada para festejar pero mucho para cambiar.

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