90 AÑOS DE LA RADIO EN LA ARGENTINA

27/8/10- El 27 de agosto de 1920, los “Locos de la Azotea” transmitieron Parsifal, de Wagner, desde el Teatro Coliseo e inauguraron la radiofonía en el país.

90 años de la radiodifusión en la Argentina.
90 años de la radiodifusión en la Argentina.
Las primeras transmisiones regulares radiodifundidas, para entretenimiento, comenzaron en 1920. En Argentina, el día 27 de agosto desde la azotea del Teatro Coliseo, la Sociedad Radio Argentina liderada por Enrique Telémaco Susini transmitió la ópera Parsifal de Richard Wagner, comenzando así con la programación de una de las primeras emisoras de radiodifusión en el mundo.

El siguiente es un texto del periodista y escritor Carlos Ulanovsky, historiador de la radio argentina:

“Con una historia de pioneros, la radio surgió en el país y en el mundo casi al mismo tiempo. Hoy, celebramos noventa años de sonidos parecidos a los sueños.

Desde aquella noche mágica del 27 de agosto de 1920 ya pasaron 90 años de radio en la Argentina. En aquel momento, un puñadito de audaces, con un transmisor de 5 vatios de potencia, con un micrófono para sordos ubicado en el paraíso del teatro Coliseo y con una antena ubicada en la cúpula de la casa de remates ubicada en Cerrito y Charcas, transmitieron la ópera Parsifal, de Richard Wagner, y dejaron para los tiempos la constancia de la transmisión inaugural.

Los cuatro principales autores de la proeza eran amigos, chicos bien del Barrio Norte, radioaficionados todos, melómanos de condición. Enrique Telémaco Susini ya era médico especializado en otorrinolaringología, vinculado a la Armada y en tal condición, al final de la Primera Guerra Mundial, viajó a Francia enviado a estudiar los efectos sobre las vías respiratorias de los gases asfixiantes y paralizantes utilizados durante la contienda. Desde Europa regresó con equipos de radiocomunicaciones de rezago, que resultaron la base de los equipos. Lo secundaban sus amigos Miguel Mujica (además sobrino, de 18 años), Luis Romero Carranza y César Guerrico. Pero hay otros nombres que contribuyeron a la hazaña inicial: los radioaficionados Bellocq y Ricaldone, Ernesto Pita Romero e Ignacio Gómez Aguirre, entre otros. Por sus manías y genialidades en relación a materias por entonces tan desconocidas y, especialmente, por su costumbre de andar tendiendo cables por las alturas, recibieron el mote de “los locos de la azotea”.

Se calcula que la irradiación de la ópera desde el Coliseo llegó a apenas cincuenta radios a galena, existentes en Buenos Aires y ubicadas a no más de diez kilómetros del lugar. Aunque no fue la primera transmisión en el mundo -el norteamericano David Sarnoff y el italiano Guillermo Marconi ya lo habían experimentado 71 días antes del 27 de agosto-, se considera que la de los locos de la azotea, llamada LOR Radio Argentina, fue la primera emisora pensada en términos de difusión permanente y con propósitos de continuidad artística. Porque volvió a salir el 28 de agosto y en días sucesivos, conformando algo parecido a una programación.

Cada miembro del cuarteto de pioneros se destacó en lo suyo. Romero Carranza, también médico, fundó en los años 30 la primera fábrica de celuloide virgen para cine y patentó antes que la RCA Victor de los Estados Unidos un sistema de grabación de sonido para películas. Sobre la casa de remates Guerrico y Williams, propiedad del padre de César Guerrico, se sostuvo, a partir de 1922, la primera antena de madera de Radio Argentina. Miguel Mujica fue ministro de Comunicaciones del presidente Frondizi y a él se le debe en 1961 la instalación del primer sistema de coaxiles.

Todos eran cultos e inquietos, pero Susini fue, por sus amplios conocimientos y variados intereses, un renacentista de su tiempo. Pianista desde chico, conocedor profundo de la música clásica y la ópera, compartió el ejercicio de la medicina con la dirección de teatro, ópera y zarzuela, fundó también la primera empresa de telefonía de larga distancia que luego vendió a la transnacional ITT. En 1930 impulsó la creación de Lumiton, uno de los primeros estudios de cine en la Argentina, del que a partir de 1933 salieron algunas de las primeras películas sonoras del cine nacional, como Los tres berretines (tango, fútbol, radio).

Años después, en 1951, aparece manejando cámaras en Plaza de Mayo en lo que fue la transmisión inaugural de la televisión argentina. Tipos completos como Susini y sus muchachos amigos, con algo de aventureros, notable sentido estético y mucha imaginación que suplía la natural y eterna falta de recursos, establecieron los pasos iniciales de la radiofonía.
Fuente: mdzol.com.ar

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