DENUNCIARON QUE EL VATICANO ENCUBRIO 200 ABUSOS DE MENORES

Los menores eran sordos.
Los menores eran sordos.
25/3/10- En su edición digital el diario «The New York Times», las máximas autoridades de la Iglesia Católica no hicieron nada contra un sacerdote estadounidense que al parecer abusó de hasta 200 niños sordos. Pese a ser advertido, el actual Papa tampoco se involucró en el asunto.

Según el diario El Mundo, el periódico estadounidense se basa en documentos que obtuvo de abogados que representan a demandantes contra el arzobispado de Milwaukee, estado de Wisconsin. De ahí se desprende que representantes de la Iglesia analizaron la posibilidad de alejar al sacerdote de su cargo. Pero la protección de la Iglesia ante un escándalo tuvo prioridad.

El acusado es el sacerdote Lawrence Murphy, fallecido en 1998, que entre 1950 y 1974 trabajó en una conocida escuela para niños sordos. En 1996, el entonces cardenal Ratzinger no respondió a dos cartas del entonces arzobispo de Milwaukee, Rembert G. Weakland, con respecto al caso, asegura el rotativo neoyorquino.

Ocho meses después, el cardenal Taricisio Bertone de la Congregación para la Doctrina de la Fe pidió a los obispos en Wisconsin que iniciaron un proceso secreto interno con la intención de alejar a Murphy del cargo.

Sin embargo, Bertone detuvo el proceso, luego de que Murphy protestara en contra por escrito ante el cardenal alemán Ratzinger. Al parecer, Murphy argumentó que se había arrepentido, que estaba enfermo y que el caso había prescripto, según las leyes de la Iglesia. En los documentos en su poder, no aparece ninguna respuesta de Ratzinger, asegura el ’New York Times’.

Según el diario, en total tres arzobispos seguidos de Wisconsin fueron informados del supuesto abusador, pero ninguno de ellos informó a las autoridades. De esta manera, Murphy nunca fue juzgado por un tribunal.

El arzobispo Weakland hizo investigar las acusaciones contra Murphy en 1993 por un trabajador social especialmente entrenado. Murphy declaró que abusó de 200 niños y no mostró arrepentimiento alguno, según este relato.

En 1974, el sacerdote fue trasladado en silencio a una diócesis en el norte de Wisonsin. Allí tuvo trato con niños y adolescentes hasta su muerte en comunidades, escuelas y un centro penitenciario juvenil, según la acusación.

El portavoz del Vaticano Federico Lombardi dijo que se trató de un «caso trágico». Añadió que el Vaticano se enteró en 1996 de los hechos y que las autoridades estadounidenses investigaron el caso pero no tomaron medidas.
Fuente: telam.com

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