CASI LA MITAD DE LOS QUE FUMAN PRESENTA ALGÚN OTRO FACTOR DE RIESGO CARDIOVASCULAR

31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco.
Sufren de hipertensión, obesidad o colesterol alto. Sin embargo, siguen fumando. Expertos del ministerio de Salud de la Provincia advierten que, en estos casos, aumentan notablemente las chances de sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares.

31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco.
31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco.
31/5/12- Un estudio sobre tabaquismo y riesgo cardiovascular a cargo de profesionales del hospital provincial San Martín de La Plata analizó a 1.500 personas del partido de San Andrés de Giles y reveló que el 49,3 por ciento de los fumadores presentaba algún factor de riesgo cardiovascular como hipertensión o diabetes sumado al que, de por sí, acarrea el tabaquismo. Sin embargo, seguían fumando.

“Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y discapacidad aquí y en el mundo. A su vez, está probado que dejar de fumar es lo más eficaz para reducir el riesgo de padecerlas”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia con motivo de celebrarse el jueves, 31 de mayo, el Día Mundial sin Tabaco.

En ese sentido, instó a los fumadores a tomar conciencia de que el tabaquismo es una enfermedad crónica que requiere tratamiento porque “hoy se sabe que fumar es la principal causa de muerte evitable, que el 50 por ciento de los fumadores morirán por alguna razón vinculada a esta adicción y que los fumadores viven, en promedio, diez años menos que los no fumadores”.

Con cerca de 5 millones de fumadores, un 33 por ciento de la población, la provincia de Buenos Aires se enfrenta al desafío de reducir el tabaquismo con intervenciones oportunas. Por eso, la cartera sanitaria provincial cuenta con casi 100 consultorios gratuitos de cesación tabáquica en hospitales públicos y Centros de Prevención de Adicciones (ver planilla adjunta por distrito). Además, desde el programa ministerial “Salud sin Humo” se está capacitando a nuevos equipos para que los fumadores tengan acceso a los tratamientos en todas las regiones de la Provincia.

ESTUDIO LOCAL

“Tenemos que lograr, por un lado, que los médicos se comprometan con esta causa: cuando un paciente consulta por un resfrío, por ejemplo, debemos preguntarle si es o no fumador y, de serlo, ofrecer alternativas terapéuticas para que supere la adicción”, agregó la neumonóloga María del Rosario Landea, una de las autoras del estudio que se llevó a cabo en San Andrés de Giles, al norte de la provincia y por el cual se determinó que el 32,8 por ciento de los varones y el 25,4 de las mujeres eran fumadores.

Una de las particularidades de esa investigación, que fue publicada en 2011 en la Revista Americana de Medicina Respiratoria, radicó en que la población fue estudiada en el hospital municipal, donde les calcularon sus factores de riesgo cardiovasculares con medición de peso, talla, presión arterial, glucemia y colesterol en sangre, además del perímetro de la cintura y otros parámetros.

Así se supo que eran fumadores actuales el 25,4 por ciento de los hipertensos, el 15 por ciento de los diabéticos, el 25 por ciento de los obesos, el 23 por ciento de los que presentaban altos niveles de colesterol y el 27,1 por ciento de los que ya tenían diagnóstico de enfermedad cardiovascular, todos ellos factores que, sumados al cigarrillo, les incrementaban notablemente las chances de sufrir un infarto o un ACV.

El estudio concluyó que el tabaquismo estuvo fuertemente asociado a la falta de actividad física regular y al consumo de alcohol, y que “una alta proporción de sujetos con alto riesgo cardiovascular continuaba fumando”.

Si bien este estudio se circunscribió a una población rural de la provincia interior, “esta asociación entre tabaquismo, riesgo cardiovascular y falta de actividad física se escucha en forma muy frecuente en los consultorios”, explicó Eduardo Valeff, responsable del programa provincial “Salud Sin Humo”.

Agregó que esto ”vuelve necesario generar intervenciones que lleven a los pacientes a dejar de fumar, porque de este modo, estaremos previniendo nada menos que casos concretos de discapacidad y muertes prematuras en nuestra población”.

1. SIN DISTINCIÓN DE CLASE:

Estudios realizados en países “desarrollados” concluyen que existe una mayor cantidad de fumadores en los sectores de menores ingresos y bajo nivel de instrucción.

Sin embargo, en el estudio en la provincia de Buenos Aires se observó que “el tabaquismo atraviesa todos los sectores sociales, incluso los de alto nivel de instrucción con acceso a todo tipo de información”, explicó María del Rosario Landea, una de las autores del trabajo en San Andrés de Giles.

Según la especialista “esto ocurre porque, si bien se avanzó en las políticas antitabaco, persiste la idea de que fumar es un hábito y no una adicción, una enfermedad crónica que requiere tratamiento”.

Al respecto, la especialista contó que en el hospital provincial San Martín de La Plata ya se atendieron gratis más de 600 pacientes que consultaron para dejar el cigarrillo. “Desde octubre del año pasado, además, comenzamos a brindar asistencia en talleres grupales por los que ya pasaron 71 pacientes”, contó Landea.

Desde el programa “Salud Sin Humo” del ministerio de Salud provincial informaron que también funcionan talleres gratuitos de Cesación Tabáquica en los hospitales provinciales Sor María Ludovica, San Juan de Dios y Rodolfo Rossi de La Plata, San Roque de Gonnet, Cestino de Ensenada, Evita de Lanús, Presidente Perón de Avellaneda, Cetrángolo de Vicente López y en el Centro de Neumotisiología de Tandil, entre otros. En este momento se están capacitando otros equipos hospitalarios para aumentar la oferta.

LOS BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR:

– 20 MINUTOS: la presión arterial disminuye hasta alcanzar el nivel en que estaba antes de fumar el último cigarrillo. La temperatura de manos y pies aumenta hasta llegar a lo normal.

– 8 HORAS: el nivel de monóxido de carbono en sangre es normal.

– 24 HORAS: disminuye la probabilidad de un ataque cardíaco

– 2 SEMANAS A 3 MESES: la circulación mejora y la función pulmonar aumenta hasta un 30 por ciento.

– 1 a 9 MESES: disminuye la tos, congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar, los cilios pulmonares recuperan sus funciones normales.

– 1 AÑO: la probabilidad de tener un ataque al corazón se reduce a la mitad

– 5 AÑOS: disminuye el riesgo de un ataque cerebral

– 10 AÑOS: el riesgo de morir de cáncer de pulmón cae a la mitad en relación al de un fumador, disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas.

– 15 AÑOS: el riesgo de enfermedades cardiovasculares equivale al de un no fumador.

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